domingo, 14 de enero de 2018

SAL CON SAL

Te acepto, oscuridad,
desde esta ventana al mar.
Acepto tu manto negro,
acepto tu salada sed.
Devuelvo al mar
lo que es del mar,
dejo que las olas
se lleven un reflejo,
una sombra, un te quiero
oscuro, un beso
equivocado, una caricia
tenue, un adiós
doloroso. Te acepto,
libre pensamiento
que has dejado caer
lágrimas en mi rostro.
Uno sal con sal,
salitre que se perderá
en tu inmensidad.
Deja que mi mirada
se vuelva oscura,
deja que pierda
ese brillo que amabas.
Te acepto, triste
atardecer. Te devuelvo
millones de letras,
de poemas, de canciones.
Sal, agua, olas,
y un millón de estrellas.
Grandes dádivas que
no quebrantan peñas,
regalos sin retorno,
juegos sin albedrío,
que el ancho mar
algún día dejará
posados en la orilla,
cuando una ola traviesa
se deje morir en las
cálidas arenas...










No hay comentarios:

Publicar un comentario