domingo, 11 de febrero de 2018

CARPE DÍEM!!!


Viajar sola es una experiencia nueva para mí. Me encanta. Coger mi coche y recorrer lugares que no conocía o volver a visitar otros. Me acojonó un poco subir hasta el Cebreiro. Cuanto más me acercaba, las condiciones de visibilidad eran peores, como se ve en esta foto hecha ya a la vuelta a 11 kms de la cima. Mucha niebla y la carretera, aunque con sal, muy húmeda. Pero necesito superar retos. Alguien me dijo (mi querida Sol) que yo era muy valiente. Es posible, pero no me siento valiente ni cobarde. Tampoco tengo nada que demostrarle a nadie. Ni lo pretendo. Simplemente, cuando te pierdes, es prioritario volver a encontrarte. El contacto con la Naturaleza, la confianza en mí misma y en mi compañero de viaje, mi coche, el conocer gente nueva y generosa, que quizá nunca vuelva a ver...eso es lo que me da la fuerza necesaria para no volver a hundirme. La soledad ha sido mi compañera mucho, mucho tiempo...porque al fin y al cabo en estos últimos años siempre he estado sola. Con gente a mi alrededor, sí, pero la que nunca me ha abandonado, precisamente, es mi soledad. Aquí seguimos juntas, de la mano, y aquí seguiremos y nos quedan todavía muchas cosas por hacer y por lograr. Aprovechar el momento presente sin esperar el futuro...eso haremos.


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