De repente dejas que tus dedos se deslicen por el teclado y que, poco a poco, vayan formando palabras. Esas palabras, frases. Esas frases, historias. Es tan fácil...
E inventas sueños y expresas sentimientos. O,simplemente, hilvanas un tapiz de colores con hilos imaginarios.
Necesitas tener la mente ocupada. Necesitas no pensar. Necesitas que todo venga solo. Necesitas huir de la realidad.
Y sólo dependes de tí. Entiéndelo. Nadie va a vivir por tí. Mucho menos, morir.
Y hoy toca hablar de sensaciones rotas. Porque existen sensaciones rotas. ¿No lo sabías? Son aquellas que producen vacío, que no te aportan nada. También podemos hablar de esperanzas frustradas. También existen. Son aquellas que deseas con fuerza y nunca consigues. No nos olvidemos de los pequeños detalles olvidados. Sí, también existen. Y son los más importantes, porque de ellos depende muchas veces una simple sonrisa. Un te quiero, a tiempo. Una rosa roja. Un beso robado. Un abrazo ansiado.
Y sigues escribiendo. Cosas sin sentido? Como puedes pensarlo? No. Al final, cuando ya las ideas no surjan, verás y entenderás que las letras se colocan atando un bonito cuento de hadas, o plasmando todo aquello que no sabías como contar.
Porque en la vida no todo viene dado, no siempre se gana, ni siempre se pierde. Porque todos, de alguna manera, somos escritores de nuestros aciertos y de nuestros errores. Porque si nosotros no somos capaces de verlos, un pequeño teclado puede que te los muestre si te dejas llevar por él.
Es hora de hacer balance. No está mal. Hoy tus dedos te han llevado a un lugar que no conocías, a una parte de tí que pocas veces muestras. Al miedo. Pero no te quedarás ahí. No permitirás que el temor anide en este relato. No sería justo para aquellos que te leen...
Siempre hay un rayo de luz que ilumina en la penumbra. Siempre tu sombra es más grande que tu persona porque el sol se encarga de alargarla. Y esa esperanza es la que consigue que entiendas lo que hoy ha querido decirte tu teclado...
Hades y Perséfone. Hades se enamoró de Perséfone y la raptó. Este hecho dio lugar al nacimiento de la primavera...Perséfone pasaba un tiempo en los infiernos, de los que Hades era el dios. Entonces la tierra parecía estéril y sin vida. Cuando la diosa regresaba todo florecía para anunciar su llegada y mostrarle su alegría. Una hermosa historia, una leyenda al fin, pero...¿cuánt@s hemos vivido en los infiernos y volvemos a florecer?....
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