viernes, 10 de noviembre de 2017

CUENTOS

Espejito, espejito...dime ¿quién es la más fea del bosque?
-Eyyy, miña nena, o conto non dí así.
Lo sé, abuelita, pero el mío, mi cuento, sí empieza así.
-Os contos empezan como sempre, non se contan ao antoxo de cada un.
Mi cuento, abuelita, lo escribo como me parece y éste empieza así.
-Toleaches? Non semella outra cousa.
Erase una vez, en un lejano país, lleno de casitas de chocolate...
-E seguimos coa teima!!! Ti non estás ben!!!
En el que vivía Pulgarcita acompañada de la Bella y la Bestia...
-O qué me faltaba por escoitar...só falta que apareza Caperuchiña Vermella!!!
Cierto día apareció el Principe Valiente disfrazado de Mudito, el enanito de Blancanieves...
-Esto ponse interesante...este non fala, así que pronto rematará esta tolemia...
Que aprendiera a hablar en la escuela de magia de Harry Potter. Traía la Piedra Maldita. 
Ala,carallo...xa fala!!!
Buscaba una joven especialmente bonita, torso de mujer y cola de pez...
-Xa o sabía eu...agora veñen a Sirenita, Pocahontas e, con un pouco de sorte, Bambi!!
Bambi, no, abuelita, este no es cuento para bebés...lo de cola de pez nada tiene que ver con el mar. 
-Miratú...agora os peixes xa non teñen cola? 
Contemplaba la plaza. Era mercado. Y la vió venir. Era ella...La Bella Durmiente. Tonta y enamoradiza...Fue verlo y caer rendida a sus pies sin percatarse de su belleza escondida.
- A ver como rematas esto...sonche horas de cear!!!
Como terminan todos los cuentos, abuelita. Con un final feliz. Pero eso queda para otro día...ahora vamos a cenar. 
Dejémonos de tanto cuento y asumamos la realidad. Ni existen las princesas ni los príncipes de verdad. Pero el espejo, sí, ese refleja siempre tu fealdad...








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