lunes, 5 de octubre de 2015

Y DEJÉ...

Dejé mis miedos en un rincón
y la luna encendida
para que tus temores
desaparecieran al despertar.
Dejé, simplemente, una pequeña luz,
una rendija casi invisible
para que nunca olvides
quien soy. Dejé, en fin,
toda una larga vida
en tus abiertas manos
para que nunca las cierres
y no dejes de cuidarme.
Dejé mis grandes sueños
y mis pequeños anhelos
para que nunca pienses
que las sombras de las dudas
nos alejan de las promesas
que juntos construimos.
Y, al final, lo dejé todo...
en un suspiro, como el aire
que lleva mis recuerdos
como notas musicales
arrancadas del leve rumor
de las olas del mar...
Mina (05-10-2015)


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