viernes, 24 de abril de 2015

MI NIÑA

Lentamente dejo pasar las horas. Nada me distrae, nada me hace sentir que estoy aquí. Mi mente y mis pensamientos se encuentran tan lejos...
En una habitación situada en un edificio desconocido.
Ni siquiera sé en qué planta está, ni el número del, supongo, largo pasillo. Me imagino que será más o menos como todos: en cruz y con puertas numeradas a ambos lados.
Eso es lo de menos.
Sólo tengo clara una imagen. 
En esa habitación hay una cama, o varias, pero sólo una traspasa mi retina.
En esa cama está una parte de mí.
No está sola pero yo no estoy allí.
Y el dolor por su sufrimiento me hace sentir un gran vacío. 
Intento distraer mi mente con algo positivo y todo se vuelve negro. Un gran agujero que parece agrandarse sin permitir que la luz entre.
Quisiera volar, quisiera irme. Quisiera estar allí, a su lado.
Por primera vez me siento cobarde. No sé qué hacer.
Intento pensar con claridad, intento buscar una fecha, intento agarrarme incluso a un clavo ardiendo para poder llegar a donde mi corazón quiere estar.
He llegado incluso a tragarme mi orgullo.
He intentado a la desesperada buscar una opción. Sólo para darme cuenta de que el rencor es tan grande que no es capaz ni de desaparecer para que ella sea feliz.
Imagino su carita si me viese llegar. Y su sonrisa.
Sólo pedía anteponer nuestras diferencias ante la impotencia y el dolor de su soledad.
Al fin y al cabo lo único que nos debería importar es su bienestar.
Y sigo, con la mirada perdida y el alma herida.
Y pensando en ti, mi niña...

3 comentarios:

  1. Decir que te comprendo no es posible, no he tenido la gracia de crear vida en mi, ni la vida me ha bendecido con compartir ese milagro de crear la vida. Pero hasta donde alcanza mi imaginación noto una angustia difíclmente soportable. Amor de madre dicen y es verdad, cualquier cosa es posble que haga una madre por sus hijos, hasta dar la vida mil veces por ellos, Mi cariño y deseos de que pronto vuelva todo a la normalidad y tu corazón, tan roto ya, se recomponga y siga amando a los tuyos. Apapachos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Apapachos Xulio!!! Gracias por tus palabras y por tus ánimos. No hace falta ser padre ni madre para sentir este mismo dolor. Porque los amigos lo sienten así, sin más. Y estás ahí, aquí y sé que también allí, en esa habitación... Tukimimoari.

      Eliminar
    2. Apapachos Xulio!!! Gracias por tus palabras y por tus ánimos. No hace falta ser padre ni madre para sentir este mismo dolor. Porque los amigos lo sienten así, sin más. Y estás ahí, aquí y sé que también allí, en esa habitación... Tukimimoari.

      Eliminar